Acariciar







Acariciar


Acariciar, el verbo más sensible,

el adagio de Eros, de la ternura

del deseo, la entrega, lo agradable.


Avivar el adjetivo que oculta,

entre la mente, el fuego, la dulzura,

lo atrayente, como pasión que indulta.


nuestra naturaleza, tan sencilla

como el amar, que habita en los obscuros

tientos, de los placeres de la arcilla,


tan azul y tan verde, tan rotundo

el amor, en lo más claro, y silvestre,

en el café, en el mar, en lo profundo.

©José Ángel Pineda ©creatividadpoética








Es mi amiga la suerte, me enloquece

la furia, que alimenta los incendios,

cada vez que sopla el aire, y se crece,


el viento. la ira fecunda el castigo;

A Psique no le asusten los estruendos,

esos gritos del alma, es un contigo,


y esas llamas que Cipria, las querencias

la depravada vida, dulce infierno,

seduce, interactivas apetencias,


Las sensaciones siempre está dispuestas,

a lo que provee el sacrificio

y la delicia, la tortura en cresta.


Y dejarse llevar por las caricias,

y que son lo glorioso del espanto,

y en las diosas, atrevidas sonrisas.



©José Ángel Pineda ©creatividadpoética