Las esencias, los sentires selectos
en un monte soberbio, las quimeras,
luces, privilegios en mieles, fieras
seducciones y encantados dialectos
exóticos, místicos, toscos, dulces
penetran rayos, garganta atrapada.
primera mirada, suave tocada
de la pieza musical, aguadulces
entradas y salidas, en gemidos
y en cantos, ellas se saben, jadean
en deleitosos ritmos de los idos
que riegan los ojos claros, y encienden
lágrimas entre fuegos, se ven hitos
en hitos y fantasías que se hienden.
Y después que se prenden
no hubo nada de cierto en las visiones.
Son una farsa, mis evocaciones.
©José Angel Pineda