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A unos ojos
A unos ojos
-Ramón de Campoamor-
Más dulces habéis de ser,
si me volvéis a mirar,
porque es malicia, a mi ver,
siendo fuente de placer,
causarme tanto pesar.
De seso me tiene ajeno
el que en suerte tan crüel
sea ese mirar sereno
sólo para mí veneno,
siendo para otros miel.
Si crüeles os mostráis,
porque no queréis que os quiera,
fieros por demás estáis,
pues si amándoos, me matáis,
si no os amara, muriera.
Si amando os puedo ofender,
venganza podéis tomar,
porque es fuerza os haga ver
que o no os dejo de querer,
o me acabáis de matar.
Si es la venganza medida
por mi amor, a tal rigor
el alma siento rendida,
porque es muy poco una vida
para vengar tanto amor.
Porque con él igualdad
guardar ningún otro puede;
es tanta su intensidad,
que pienso ¡ay de mí! que excede
vuestra misma crüeldad.
¡Son, por Dios, crudos azares
que me dén vuestros desdenes
ciento a ciento los pesares,
pudiendo darme a millares,
sin los pesares, los bienes!
Y me es doblado tormento
y el dolor más importuno,
el ver que mostráis contento
en ser crudos para uno,
siendo blandos para ciento.
Y es injusto por demás
que tengáis, ojos serenos,
a los que, de amor ajenos,
os aman menos, en mas,
y a mí que amo más, en menos.
Y es, a la par que mortal,
vuestro lánguido desdén
¡tan dulce... tan celestial!...
que siempre reviste el mal
con las lisonjas del bien.
¡Oh, si vuestra luz querida
para alivio de mi suerte
fuese mi bella homicida!
¡Quién no cambiara su vida
por tan dulcísima muerte!
Y sólo de angustias lleno,
me es más que todo crüel,
el que ese mirar sereno,
sea para mí veneno,
siendo para todos miel.
Estudio de desnudo
Estudio de desnudo
-José Saramago-
Esa línea que nace de tus hombros,
Que se prolonga en brazos, después mano,
Esos círculos tangentes, geminados,
Cuyo centro en cono se resuelve,
Agudamente erguidos hacia los labios
Que ansiosos de los tuyos se desprenden.
Esas dos parábolas que te encierran
En el quebrar ondulado de cintura,
Las calipigias cicloides superpuestas
Al trazo de las columnas invertidas:
Tibios muslos de líneas envolventes,
Torneada espiral que no se extingue.
Esa curva tan suave que dibuja
Sobre tu vientre un arco reposado,
Ese triángulo oscuro que fulgura,
Camino y sello de la puerta de tu cuerpo,
Donde el estudio que de desnudo hago
Se transforma en cuadro terminado.
Que se prolonga en brazos, después mano,
Esos círculos tangentes, geminados,
Cuyo centro en cono se resuelve,
Agudamente erguidos hacia los labios
Que ansiosos de los tuyos se desprenden.
Esas dos parábolas que te encierran
En el quebrar ondulado de cintura,
Las calipigias cicloides superpuestas
Al trazo de las columnas invertidas:
Tibios muslos de líneas envolventes,
Torneada espiral que no se extingue.
Esa curva tan suave que dibuja
Sobre tu vientre un arco reposado,
Ese triángulo oscuro que fulgura,
Camino y sello de la puerta de tu cuerpo,
Donde el estudio que de desnudo hago
Se transforma en cuadro terminado.
Poemas Francisco de Quevedo
DEFINICION DE AMOR.
-Francisco de Quevedo-
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
SONETO AMOROSO.
-Francisco de Quevedo- A fugitivas sombras doy abrazos;
en los sueños se cansa el alma mía;
paso luchando a solas noche y día
con un trasgo que traigo entre mis brazos.
en los sueños se cansa el alma mía;
paso luchando a solas noche y día
con un trasgo que traigo entre mis brazos.
Cuando le quiero más ceñir con lazos,
y viendo mi sudor, se me desvía,
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,
y temas con amor me hacen pedazos.
y viendo mi sudor, se me desvía,
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,
y temas con amor me hacen pedazos.
Voyme a vengar en una imagen vana
que no se aparta de los ojos míos;
búrlame, y de burlarme corre ufana.
que no se aparta de los ojos míos;
búrlame, y de burlarme corre ufana.
Empiézola a seguir, fáltanme bríos;
y como de alcanzarla tengo gana,
hago correr tras ella el llanto en ríos.
y como de alcanzarla tengo gana,
hago correr tras ella el llanto en ríos.
Decreto
I
Decreto que la poesía es la mujer
que ama la luna,
y que ella sube con derecho.
Es la mujer la vida en el mar
del naufragio divino
con ventanas abiertas, los vientos,
y las puertas,
con preludios sinfónicos
y finales titánicos.
La mujer es un soneto libre
en La menor,
el ritmo que salpica al trovador,
mi íntima guitarra.
que rompe el aire y todo.
la poesía, es la mujer multidimensional,
de ojos que ven lo insondable,
el vicio afable y placentero,
lo palpable.
la severidad intensa, la crecida
con suavidad perfecta,
cariñosa de pecho abierto a todos
los conciertos prodigiosos.
Esa tremenda voz, y esos consejos
a tiempo de palabras desnudas,
son el lugar exacto, el momento preciso,
donde mi ser, mi mente se agigantan.
La mujer es la poesía discreta
Decreto que la poesía es la mujer
que ama la luna,
y que ella sube con derecho.
Es la mujer la vida en el mar
del naufragio divino
con ventanas abiertas, los vientos,
y las puertas,
con preludios sinfónicos
y finales titánicos.
La mujer es un soneto libre
en La menor,
el ritmo que salpica al trovador,
mi íntima guitarra.
que rompe el aire y todo.
la poesía, es la mujer multidimensional,
de ojos que ven lo insondable,
el vicio afable y placentero,
lo palpable.
la severidad intensa, la crecida
con suavidad perfecta,
cariñosa de pecho abierto a todos
los conciertos prodigiosos.
Esa tremenda voz, y esos consejos
a tiempo de palabras desnudas,
son el lugar exacto, el momento preciso,
donde mi ser, mi mente se agigantan.
II
La mujer y su encanto, es el oficio
de reparar mis piezas rotas,
es la que está conmigo, en mis derrotas,
es la que sueña cosas complicadas,
la espiga, la aguja, y la clavija,
y el crecer, y el sentir,
y el seguir de los ríos, vocalizar un sendero,
y encender las llamas, y el aliento,
y el olor, y el sabor,
el valor que estimula el sentimiento.
La mujer es La poesía en verbo,
es la expresión de los espacios
los paradigmas comunes, diferentes,
distintos, y entregados,
entrañables ideas de los cambios,
atrevidos intentos.
De las íntimas miradas compartidas.
III
La mujer y su encanto, es el oficio
de reparar mis piezas rotas,
es la que está conmigo, en mis derrotas,
es la que sueña cosas complicadas,
la espiga, la aguja, y la clavija,
y el crecer, y el sentir,
y el seguir de los ríos, vocalizar un sendero,
y encender las llamas, y el aliento,
y el olor, y el sabor,
el valor que estimula el sentimiento.
La mujer es La poesía en verbo,
es la expresión de los espacios
los paradigmas comunes, diferentes,
distintos, y entregados,
entrañables ideas de los cambios,
atrevidos intentos.
De las íntimas miradas compartidas.
III
La mujer es la poesía discreta
es la mujer, la mujer perfecta
que me abraza en la desgracia,
en la pena, en el desconsuelo.
En La penuria, el abismo, de uno mismo,
de ella, con ella, y con todos.
La poesía deseada, la inquieta,
la que sufre, que llora la sinrazón,
la que penetra el corazón con las uñas,
se lastima, se sufre, se ríe y se ama.
y que deja una huella profunda
en la garganta.
La poesía es una mujer con todos,
Un canto y un encanto
Un llanto y un espanto
Un dilema que comienza en dilema
Y termina en lo mismo,
consagrada poesía, lectura incomprendida,
son ellas.
que definen, deciden, hacen,
orientan, ellas, son la estructura
de mi edificio, desvelo artesanal,
mi brújula, los lentes de contacto,
que caminan, vuelan, aman, resuelven,
se entregan, y se cansan de amar se entregan
Y te sueltan...
te miman, te corren y te dejan
preso en un misterio.
que me abraza en la desgracia,
en la pena, en el desconsuelo.
En La penuria, el abismo, de uno mismo,
de ella, con ella, y con todos.
La poesía deseada, la inquieta,
la que sufre, que llora la sinrazón,
la que penetra el corazón con las uñas,
se lastima, se sufre, se ríe y se ama.
y que deja una huella profunda
en la garganta.
La poesía es una mujer con todos,
Un canto y un encanto
Un llanto y un espanto
Un dilema que comienza en dilema
Y termina en lo mismo,
consagrada poesía, lectura incomprendida,
son ellas.
que definen, deciden, hacen,
orientan, ellas, son la estructura
de mi edificio, desvelo artesanal,
mi brújula, los lentes de contacto,
que caminan, vuelan, aman, resuelven,
se entregan, y se cansan de amar se entregan
Y te sueltan...
te miman, te corren y te dejan
preso en un misterio.
©José Ángel Pineda ©Creatividad poética
Sueños
Esta canción que arriesga,
a costa de saberte las entrañas,
y conocerte apenas las delicias,
¡No sé porqué me engañas!
mis manos en tu piel, apenas rasga
la sutileza, el deseo, las mañas
que juegan incesantes con hazañas,
en aquella montaña vigorosa,
y sólo remembranzas de las ganas,
que siempre son humanas.
Es la tragedia hermosa
¿y todo aquello hermoso
como aquel colibrí y la mariposa?
¡y que fascinante es lo más glorioso,
tan cruel y doloroso!
El poeta
El poeta
es un ser rarísimo,
es un animal bailando
en una fauna de luces,
en una estrella de índices,
y a veces es fuego del ártico,
y se va nadando en el celeste cielo
celestial, cuasi anormal sujeto, se diluye
en cordura tupida con semáforos endiablados.
No deja pasar un letra que no ausculte en la selva
del ombligo de algún tragedia cándida de un polvo
de la vía láctea, de los caminos que no van a ningún lado,
pero inventa cosas tan inverosímiles y camina en el cielo,
bebe agua por los ojos, tiene tacto y toca el alma con toda locura.
habla con el viento, es médico de algunos, medicina educacional,
a veces perversa, a veces dolida, a veces amada, a veces jodida.
pero no se salva nunca de su esquema mental, cambia constantemente,
pero no de camisa y de colores y de olores.
es una hormiga, que no sigue la ruta propuesta,
es una avispa que pica las pieles más tersas
se vuelve cantante a veces con todas las mujeres,
no discrimina, no puede, está atado a sus sombras,
le canta a los hombres, a cualquiera que odie o ame.
y a lo que se mueve y no se mueve.
le canta a los dioses y lo escuchan con sus manos
hacedoras de todo y de nada, a las diosas bellas, a todas
las complace furiosamente tierno.
La ciencia y la vesania, son sus ciudades, sus pueblos, sus virtudes,
es el alquimista de la verdad que se imagina, la sabia mentira
que transubstancia en verdad verdadera, imaginaria cierta.
es un sabio inútil, pero sirve para alguna cosa sagrada,
del cuerpo del alma, el alma de otros cuerpos persuade,
al menos para no suicidarse en la angustia de la pobreza espiritual,
que huele por los poros en la mundana y placentera apariencia de los gestos.
el poeta se salva cuando vive, es delicado, tosco, sincero, brutal.
Santo depravado, ebrio de todo y harto de todos.
Y cuando muere vive y muere
el poeta sabe y no sabe nada
pero algo sabe, para salvarse el mismo
de él.
José Ángel Pineda Creatividad poética
es el alquimista de la verdad que se imagina, la sabia mentira
que transubstancia en verdad verdadera, imaginaria cierta.
es un sabio inútil, pero sirve para alguna cosa sagrada,
del cuerpo del alma, el alma de otros cuerpos persuade,
al menos para no suicidarse en la angustia de la pobreza espiritual,
que huele por los poros en la mundana y placentera apariencia de los gestos.
el poeta se salva cuando vive, es delicado, tosco, sincero, brutal.
Santo depravado, ebrio de todo y harto de todos.
Y cuando muere vive y muere
el poeta sabe y no sabe nada
pero algo sabe, para salvarse el mismo
de él.
José Ángel Pineda Creatividad poética
Soneto abierto
Las esencias, los sentires selectos
en un monte soberbio, las quimeras,
luces, privilegios en mieles, fieras
seducciones y encantados dialectos
exóticos, místicos, toscos, dulces
penetran rayos, garganta atrapada.
primera mirada, suave tocada
de la pieza musical, aguadulces
entradas y salidas, en gemidos
y en cantos, ellas se saben, jadean
en deleitosos ritmos de los idos
que riegan los ojos claros, y encienden
lágrimas entre fuegos, se ven hitos
en hitos y fantasías que se hienden.
Y después que se prenden
no hubo nada de cierto en las visiones.
Son una farsa, mis evocaciones.
©José Angel Pineda
Abismos
Dulce boca de una flor
que te abres
por los caminos de una abeja
pequeña frágil, miel busca
en un sorbo de un jardín...
Eres la dulce boca de esa flor
que te abres en seducción
cuando al oído quieres algo
y se cierra la redacción
de un pensamiento
cuando los detalles
sobrepasan la muerte…
siento un horno, una llamarada,
un fuego, una explosión con aguas
verdes.
Las amigas estrellas
se estrellan en las realidades
y la no verdad es la mentira
que acostumbramos meditar
porque la realidad
es que la bondad abunda
en los abismos.
©Joan Pined ©creatividadpoética
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