Rima XXIV







RIMA XXIV

Gustavo Adolfo Bécquer.

Dos rojas lenguas de fuego

que a un mismo tronco enlazadas

se aproximan y al besarse

forman una sola llama;

dos notas que del laúd

a un tiempo la mano arranca

y en el espacio se encuentran

y armoniosas se abrazan;

dos olas que vienen juntas

a morir sobre una playa

y que al romper se coronan

con un penacho de plata;

dos jirones de vapor

que del lago se levantan

y al juntarse allí en el cielo

forman una nube blanca:

dos ideas que al par brotan,

dos besos que a un tiempo estallan,

dos ecos que se confunden…:

eso son nuestras dos almas.