Ajeno
Y me volví ciego en mi ceguera,
le canté a dioses de polvo,
de piel viva y de grito,
luego regresé a mis silencios;
sin uniformes,
sin la tribu,
sin himnos,
sin fronteras.
Y me volví extraño,
y extraño a los extraños,
de la extraña vida
mía, soy extraño.
¿Quién eres tú,
acaso me conoces?
©Joan Pined ©Creatividad poética